Se estima que en Argentina tres de cada 10 personas hacen terapia psicológica, lo que representa un 30% de la población total. Además, más de la mitad de las personas que no la hacen, consideran que la necesitarían. En el siglo XXI, la salud mental se convirtió en un asunto del cual ocuparse y los psicólogos son parte fundamental en ello.
Día Mundial de la Salud Mental: tres puntos claves para cuidarte emocionalmenteDesde la década del 70, cada 13 de octubre se celebra en Argentina el Día del Psicólogos. Entre el 11 y 13 de octubre de 1974, Córdoba fue sede del Primer Encuentro Nacional de Psicólogos y Estudiantes de Psicología en la Facultad de Filosofía y Humanidades. El último día del evento, se propuso instaurar el Día del Psicólogo y la propuesta fue rápidamente aprobada.
La Confederación de Psicólogos de la República Argentina (Copra) fue la asociación que presentó la iniciativa. El objetivo del encuentro fue definir los límites y derechos de los profesionales los psicólogos.
Cuál es el origen de la psicología
Los especialistas consideran que la psicología moderna se originó en Alemania en 1879 cuando Wilhelm Wundt abrió el primer laboratorio dedicado al estudio experimental de los procesos mentales. Se dedicó a armar las bases de la psicología como una ciencia independiente, separada de otras que la ligaban, orientada al comportamiento humano más allá de lo meramente físico.
En la actualidad, la psicología se reconoce como una ciencia, disciplina académica y profesión dedicada al estudio de la conducta y los procesos mentales, tanto de los individuos como de los grupos humanos, en diversas situaciones. Su campo de análisis abarca todos los aspectos de la experiencia humana.
La importancia de la salud mental
En Argentina, una de cada tres personas presenta un problema de salud mental a partir de los 20 años. Las problemáticas más frecuentes son los trastornos de ansiedad, del estado de ánimo y los problemas por consumo de sustancias.
- El padecimiento mental no es irreversible: puede afectar de modo parcial y transitorio la vida de una persona. Con el apoyo comunitario necesario, la recuperación es posible.
- Las personas con enfermedad mental no deben ser aisladas de su comunidad: todas las personas tienen derecho a recibir la atención sanitaria necesaria, acompañadas de sus afectos y en su comunidad. Ninguna enfermedad se cura con el aislamiento y el encierro. Nadie debe vivir en un hospital psiquiátrico.
- Es importante destacar que no existe una relación directa entre padecimiento mental y violencia. En ciertos casos, pueden darse situaciones de riesgo para la propia persona o para terceros. Estas situaciones pueden ser evitadas con tratamientos adecuados e integración social.
- La salud mental no debe atenderse de forma diferente de la física. La salud es una sola, y debe realizarse un abordaje integral en los centros de salud y en los hospitales generales.